Todavía me pregunto, porque la gente no puede entender
Que aquello en lo escribo a diario no sólo es mi tablero, es más que ello
Es mi espejo, es todo lo que muestra, lo que soy,
Por lo que me forje, y lo que soñé
Podría perfectamente, pararme allí ponerme mis pendientes.
Y no parar de sonreír,
No importa si la gente no entiende,
Lo importante, es que lo entiendo yo
Y mientras pueda seguiré sonriendo,
Así seguiré posando cada día, para un pendiente diferente
Porque, si de algo tengo certeza
Es qué él es más franco, que la gente,
Y esta hay como fiel confidente,
Para enseñar, para guiar
Y forjar la mente.